Miedo a lo que los demás piensen de mí
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Nuestro miedo a la opinión de los demás, o FOPO, se ha convertido en una obsesión irracional e improductiva en el mundo moderno, y sus efectos negativos van mucho más allá del rendimiento. Si empiezas a prestar cada vez menos atención a lo que te hace ser tú -tus talentos, creencias y valores- y empiezas a conformarte con lo que los demás puedan o no pensar, perjudicarás tu potencial.
Si realmente quieres vencer a FOPO, tendrás que cultivar más conciencia de ti mismo. La mayoría de nosotros vamos por la vida con un sentido general de quiénes somos y, en muchas circunstancias, eso es suficiente. Nos las arreglamos. Pero si quieres dar lo mejor de ti mismo y tener menos miedo a las opiniones de la gente, tienes que desarrollar un sentido más fuerte y profundo de quién eres.
Puedes empezar desarrollando una filosofía personal: una palabra o frase que exprese tus creencias y valores básicos. Esta filosofía no es un tópico ni un eslogan, sino una brújula que guía tus acciones, pensamientos y decisiones.
Piensa en un momento en el que te sentiste extremadamente ansioso, por ejemplo, antes de levantarte para hablar en público, de levantar la mano en una reunión importante o incluso de caminar por una sala llena de desconocidos. La razón por la que te sentiste pequeño, asustado y tenso es que te preocupaba la desaprobación social.
Por qué no debe importarle lo que piensen los demás
¿Está usted preocupado? Las personas a las que se les ha diagnosticado un trastorno de ansiedad, incluido el trastorno de pánico, a menudo luchan contra la preocupación crónica. La preocupación frecuente puede parecer irracional a los ojos de los demás. Por ejemplo, puede preocuparse por cosas que ni siquiera han ocurrido o que están fuera de su control, como la salud y la seguridad de sus seres queridos o el coste de la vida actual.
Preocuparse tanto puede convertirse en una pesada carga que afecta negativamente a sus relaciones, su autoestima, su carrera y otros aspectos de su vida. También puede afectarle emocional y mentalmente, contribuyendo a sus síntomas de pánico y ansiedad. Teniendo en cuenta lo perjudicial que puede ser la preocupación, es posible que se pregunte cómo puede dejar de preocuparse tanto.
Para empezar, determine un momento del día en el que pueda reservar 20 minutos para no hacer nada más que preocuparse. Algunas personas prefieren dedicar un tiempo a las preocupaciones por la mañana, para liberarse de ellas a primera hora del día. Otros prefieren programar sus preocupaciones para la noche, para despejar su mente de todas las preocupaciones que se han acumulado a lo largo del día.
Cómo dejar de preocuparse por lo que piensan los demás quora+
Hay tantas cosas que parecen estar mal en el mundo. Dedicar tiempo a preocuparse por uno mismo puede pasar fácilmente a un segundo plano cuando hay tantas cosas que hay que arreglar. Hay que ayudar a la gente, arreglar las relaciones y corregir los errores. No es difícil que la preocupación se extienda más allá de nosotros mismos para abarcar mucho más.
Y ciertamente hay mucho por lo que preocuparse en estos días. Parece que no hay suficiente compasión y generosidad, a pesar de que mitigan el estrés, son buenas para nuestra salud y felicidad y hacen del mundo un lugar mejor.
Pero centrarse demasiado en los demás puede desequilibrarnos, alejarnos demasiado de nuestras propias necesidades. Preocuparse demasiado por la gente que nos rodea puede desdibujar los límites que definen dónde empiezan y terminan nuestras responsabilidades.
Y luego están las personas que tienen más que tú, que consiguen cosas que no se merecen y que parecen salirse con la suya en cosas impensables. La ciencia confirma que estamos poderosamente orientados hacia el sentido de la equidad; la justicia es tan neurológicamente gratificante como el dinero.
La injusticia puede generar sentimientos legítimos de conflicto. A menudo, sin ninguna salida para expresarlos, esos sentimientos pueden enconarse y escalar, dejándonos decidir cuánto tiempo y energía debemos dedicar a preocuparnos y compartir opiniones negativas al respecto.
Cómo no preocuparse por lo que piensan los demás
Todo el mundo se preocupa de vez en cuando; de hecho, el 59% de los adultos declararon tener una sensación de preocupación diaria en 2020. Tanto si estás preparando una gran presentación como si estás atravesando cambios personales, es normal tener alguna que otra noche de insomnio.
Para bien o para mal, la preocupación forma parte de cómo hemos evolucionado como humanos. Biológicamente, nuestro sistema nervioso central suele responder al estrés y al miedo preocupándose. Cuando esto ocurre, el primer paso para dejar de preocuparse es reflexionar sobre qué es exactamente lo que provoca la ansiedad.
Algunos sentimientos de preocupación pueden ser saludables, ya que nos empujan a encontrar soluciones a problemas reales y presentes. Sin embargo, la preocupación crónica, incluso por cosas que están fuera de nuestro control, puede afectar gravemente a nuestra salud mental. ¿La buena noticia? Existe una multitud de estrategias que nos ayudan a aprender a dejar de preocuparnos, gestionar el estrés y empezar a prosperar.
Si tiene algún pensamiento ansioso ocasional, probablemente no haya necesidad de preocuparse por su bienestar emocional o su estado mental. Sin embargo, la preocupación crónica puede ser un síntoma de algo más grave, como un trastorno de ansiedad. Este tipo de preocupación puede provocar síntomas físicos como tensión muscular, insomnio o mala higiene del sueño, dolor de estómago, dolor de espalda y ataques de pánico.