Cómo afecta el estrés a su estómago
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Los trastornos gastrointestinales (GI) suelen incluir síntomas de dolor de estómago, acidez, diarrea, estreñimiento, náuseas y vómitos. Aunque hay muchas causas posibles de los problemas gastrointestinales, cuando no se encuentra una explicación médica, suelen denominarse “síntomas gastrointestinales funcionales”.
Muchos estudios han demostrado una correlación entre la ansiedad, la depresión y los síntomas gastrointestinales funcionales. En general, los resultados de los estudios han demostrado que las personas que tienen al menos un síntoma gastrointestinal son más propensas a padecer un trastorno de ansiedad o depresión que las que no tienen ningún síntoma gastrointestinal.
Las quejas físicas inexplicables en su conjunto -incluyendo fatiga, dolor de cabeza, malestar estomacal, náuseas, diarrea, estreñimiento, mareos y dolores musculoesqueléticos- son más frecuentes en las personas con un trastorno de ansiedad y/o depresión.
Los síntomas gastrointestinales pueden estar asociados al trastorno de ansiedad generalizada (TAG), al trastorno de ansiedad social (TAS), al trastorno de pánico y a las fobias. Los síntomas gastrointestinales más comunes que se han asociado a los trastornos de ansiedad son los siguientes
Mariposas en el estómago
La ansiedad es un trastorno complejo que puede tener un efecto profundo en el cuerpo, no sólo en la mente. El estrés que la ansiedad ejerce sobre el cuerpo puede provocar una serie de problemas diferentes. Uno de los más comunes es el dolor de estómago.
El dolor de estómago causado por la ansiedad es difícil de diagnosticar para los médicos porque el dolor y la indigestión siguen siendo respuestas físicas reales, el mismo tipo de respuestas de tu cuerpo que se producirían si tuvieras un problema de salud físico u orgánico.
Si el dolor de estómago es intenso o va acompañado de fiebre u otros síntomas, es sin duda una buena idea visitar a un médico. Pero la ansiedad puede provocar realmente dolor de estómago de forma que puede provocar una indigestión.
La ansiedad también libera una hormona del estrés (cortisol), que hace que el cuerpo produzca niveles extra de ácido estomacal. Esa acidez hace que el revestimiento del esófago se irrite, y esto puede provocar dolor de estómago, náuseas y vómitos y, en casos graves, úlceras inducidas por el estrés. Éstas son sólo algunas de las formas en que la ansiedad puede causar dolor o sensaciones estomacales negativas.
Los nervios causan dolor de estómago
Como gastroenterólogo, especialista en el tratamiento de enfermedades del tracto gastrointestinal (GI) y del hígado, ayudo a los pacientes a determinar si su dolor de estómago está relacionado con el estrés o si sus síntomas están causados por una enfermedad más grave.
Si su médico de atención primaria identifica síntomas de una enfermedad gastrointestinal crónica u otros signos de advertencia, puede remitirle a un gastroenterólogo como yo. Un gastroenterólogo puede ayudar a determinar si su dolor de estómago o sus síntomas gastrointestinales están relacionados con el estrés o se deben a otra afección que requiere un tratamiento diferente.
Sabemos por las investigaciones que existe una fuerte conexión entre nuestro cerebro y nuestro intestino a través del sistema nervioso central. El sistema nervioso entérico -una ramificación del sistema nervioso central- sirve al tracto gastrointestinal, estableciendo una conexión directa entre nuestro cerebro y el sistema gastrointestinal. Esta conexión puede hacer que los procesos fisiológicos normales se interpreten como dolorosos en situaciones de estrés o ansiedad.
Cuando estamos estresados, se liberan hormonas y neurotransmisores en el cuerpo. Esto puede afectar negativamente a la motilidad intestinal, es decir, a la forma en que nuestros intestinos y nuestro estómago aprietan y mueven los residuos a través del cuerpo. Además, el estrés puede afectar al delicado equilibrio de las bacterias de nuestro intestino, provocando molestias gastrointestinales.
Dolor de estómago ansiedad
La agitación emocional en los adolescentes puede manifestarse como dolor abdominal, diarrea y otros síntomas gastrointestinales. También puede empeorar un trastorno gastrointestinal ya existente. Los nervios sensoriales del sistema gastrointestinal están conectados a los nervios sensoriales del cerebro.
¿Cómo se diagnostican los trastornos gastrointestinales? Comenzamos nuestro examen haciendo preguntas a los pacientes adolescentes con problemas gastrointestinales para descartar posibles diagnósticos. Por ejemplo, a un paciente joven con dolor abdominal le hacemos preguntas como éstas: También tomaremos muestras de sangre y orina para comprobar si hay inflamación, anemia o infección del tracto urinario. Dependiendo de los síntomas, podemos solicitar radiografías para obtener una visión inicial del tracto gastrointestinal.Un adolescente normalmente no necesitará una endoscopia o colonoscopia a menos que informe de síntomas de bandera roja como sangre en las heces, vómitos con sangre (que pueden parecerse a los posos del café), o pérdida de peso inexplicable. Sin embargo, algunas familias deciden que la tranquilidad que proporcionan estos exámenes merece la pena, especialmente si el paciente tiene antecedentes familiares de enfermedades gastrointestinales.Una vez que sabemos si se trata de una afección funcional o física, las vías de tratamiento dependen de la afección. Adoptamos un enfoque de equipo para asegurarnos de que estamos tratando al paciente en su totalidad, no sólo los síntomas iniciales.