Resolución de conflictos
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Entonces, ¿por qué es tan importante resolver estos conflictos? Según Joseph Grenny, cofundador de VitalSmarts, el conflicto medio en el lugar de trabajo hace perder ocho horas de tiempo de la empresa, ya que los empleados cotillean y recurren a otras actividades improductivas. Así que, tanto si eres un líder en tu organización como un empleado ambicioso, te conviene resolver los conflictos rápidamente.
Según Amy Gallo, autora de la Guía de Harvard Business Review para la gestión de conflictos en el trabajo, existen cuatro tipos de conflictos laborales: conflicto de estatus, conflicto de tareas, conflicto de procesos y conflicto de relaciones.
Un conflicto de estatus es cuando no se está de acuerdo sobre quién está al mando. Esto puede ocurrir porque no está claro quién está realmente autorizado a tomar la decisión sobre la base de la jerarquía de la organización, o es más bien una guerra territorial en la que una persona siente que debería estar a cargo en lugar de otra.
Un conflicto de proceso puede considerarse similar a un conflicto de tarea, pero el proceso es un desacuerdo sobre cómo se realiza el proyecto o la tarea. En un conflicto de proceso, por ejemplo, los compañeros de equipo pueden estar en desacuerdo sobre si una decisión se tomará por consenso grupal o por un solo individuo. O un equipo puede querer jugar duro con un cliente mientras otro aboga por el compromiso.
Conflicto en el trabajo
En el trabajo, a veces parece que algunos tipos de conflicto nos acompañan siempre. Si no cumples un plazo de entrega, es probable que te enfrentes a un conflicto con tu jefe. Si arremete contra un colega que cree que le perjudica continuamente, acabará en conflicto. Y si no estás de acuerdo con un compañero de trabajo sobre si representar a un cliente cuyos valores desprecias, el conflicto también es probable.
En particular, hay tres tipos de conflicto que son comunes en las organizaciones: el conflicto de tareas, el conflicto de relaciones y el conflicto de valores. Aunque la comunicación abierta, la colaboración y el respeto contribuyen en gran medida a la gestión de los conflictos, los tres tipos de conflicto también pueden beneficiarse de tácticas específicas de resolución de conflictos.
Gestión de conflictos
Con diferentes personalidades, objetivos y estilos de trabajo, los desacuerdos en el lugar de trabajo son inevitables. Sin embargo, si se gestionan adecuadamente, pueden dar lugar a soluciones innovadoras y a relaciones más cohesionadas. Aprender a gestionar los conflictos en el lugar de trabajo puede ayudar a los empresarios a crear mejores equipos y una cultura laboral más saludable. Conozca algunos ejemplos comunes de conflictos en el lugar de trabajo y las técnicas de gestión efectivas que ayudarán a los directivos a manejarlos con eficacia. Navegación rápida:
Los trabajadores pasan casi tres horas a la semana lidiando con conflictos, y cerca de la mitad de los empleados han visto o experimentado conflictos en el lugar de trabajo. Una de las mejores maneras de que las empresas lo encaucen es con una gestión eficaz de los conflictos.
La gestión de conflictos se refiere a la práctica proactiva de la resolución de conflictos para que no se conviertan en desacuerdos. El objetivo es que las distintas partes colaboren y superen el reto de forma que cada una se sienta escuchada y comprendida. Los directivos inteligentes pueden aprender a perfeccionar las habilidades y estrategias de resolución para obtener el máximo valor de los conflictos.
Ejemplos de conflictos de intereses
En un mundo ideal, tu equipo trabajaría en armonía. Celebrarían las victorias de los demás, se apoyarían mutuamente en su crecimiento y disfrutarían de pasar tiempo juntos (ya sea en persona o virtualmente) fuera de horario.
Chasquea los dedos delante de tu propia cara, porque ésta es la verdad: no es la realidad. Casi todos los equipos experimentan desacuerdos, y el 85% de los empleados de todos los niveles afirman que se enfrentan a conflictos en algún grado.
Siento destruir tu fantasía laboral, pero afortunadamente no todo son malas noticias. Aunque el conflicto en el trabajo es inevitable, también puede ser algo positivo. “El conflicto alimenta el cambio”, escribe Christine Carter en un artículo para el Greater Good Science Center de la Universidad de California, Berkeley. “El conflicto es totalmente necesario para el crecimiento intelectual, emocional e incluso moral”.
Aquí es donde usted -el líder del equipo- entra en juego. Para cosechar los frutos del conflicto, hay que saber gestionarlo con eficacia. Y, por desgracia, el 54% de los empleados cree que sus jefes podrían hacer un mejor trabajo en la gestión de las disputas laborales.