Ansiedad, estrés y tristeza Las consecuencias de la COVID
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Los síntomas más conocidos de la depresión son los emocionales, como la tristeza, la culpa, la irritabilidad y los sentimientos de desesperanza. También se considera que otros síntomas frecuentes, como la dificultad para enfocar o concentrarse en las tareas, están relacionados con el estado de ánimo.
Aunque la depresión es una enfermedad mental, también puede provocar síntomas físicos. El dolor, el malestar estomacal, la fatiga y la inquietud son sólo algunos de los posibles efectos físicos de la depresión. Las personas pueden tener estos síntomas físicos por una variedad de razones, pero puede que no se den cuenta de que la depresión puede estar entre las causas potenciales.
Algunos tratamientos utilizados para la depresión, como la medicación, también pueden tener efectos secundarios físicos como náuseas, cambios de peso y disfunción sexual. Si tiene síntomas físicos de depresión, su médico y su profesional de la salud mental pueden ayudarle a entenderlos y gestionarlos mejor.
Una persona con dolor crónico puede ciertamente deprimirse, pero también puede ser que el dolor físico y el emocional tengan la misma causa. Los investigadores siguen tratando de entender cómo se relacionan el dolor físico y la depresión, así como la forma en que pueden influirse mutuamente.
La depresión: La perspectiva de un estudiante
La depresión (trastorno depresivo mayor o depresión clínica) es un trastorno del estado de ánimo común pero grave. Provoca síntomas graves que afectan a la forma de sentir, pensar y realizar las actividades cotidianas, como dormir, comer o trabajar. Para que se le diagnostique depresión, los síntomas deben estar presentes durante al menos dos semanas.
Entre los ejemplos de otros tipos de trastornos depresivos recientemente añadidos a la clasificación diagnóstica del DSM-5 se encuentran el trastorno de desregulación del estado de ánimo (diagnosticado en niños y adolescentes) y el trastorno disfórico premenstrual (TDPM).
No todas las personas deprimidas experimentan todos los síntomas. Algunas personas experimentan sólo unos pocos síntomas, mientras que otras pueden experimentar muchos. Para diagnosticar una depresión mayor es necesario que haya varios síntomas persistentes, además de un estado de ánimo bajo, pero las personas que sólo presentan unos pocos síntomas -pero angustiosos- pueden beneficiarse del tratamiento de su depresión “subsindrómica”. La gravedad y la frecuencia de los síntomas, así como su duración, varían en función del individuo y de su enfermedad concreta. Los síntomas también pueden variar en función del estadio de la enfermedad.
Siete mitos sobre el trastorno depresivo mayor
A estas alturas probablemente ya sepa que los problemas de salud mental, como la depresión clínica, pueden estar relacionados con problemas de salud como las enfermedades cardíacas, la diabetes y los trastornos de pánico. Pero, ¿se ha dado cuenta de que incluso la tristeza habitual que conlleva tener un mal día o salir con un amigo deprimido puede afectar a su salud? Aunque puede que no le provoquen una depresión clínica, hay efectos que debe conocer.
Un estudio reciente publicado en la revista Molecular Psychiatry descubrió que los sentimientos de tristeza pueden liberar sustancias químicas relacionadas con el estrés en el cerebro, lo que puede provocar un aumento de las proteínas inflamatorias en la sangre. Estas proteínas inflamatorias pueden contribuir a un mayor riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y síndrome metabólico.
La tristeza puede salir del cerebro y viajar por el cuerpo, es decir, metafóricamente. Esto se debe a que ciertos neurotransmisores, llamados opiodes, aumentan para equilibrar el aumento del estrés. Estos opiodes afectarán a tu sistema inmunológico y te pondrán en mayor riesgo de padecer ciertas enfermedades. En el estudio, los opiodes desencadenaron la liberación de IL-18, que es una proteína inflamatoria asociada a un mayor riesgo de enfermedad cardíaca.
Consecuencias del estrés y cómo gestionarlo
La tristeza tiene efectos inconsistentes en el ámbito de la atención. Estos efectos diferentes pueden atribuirse a los distintos niveles de tristeza inducidos en los diferentes experimentos. Los niveles bajos de tristeza pueden ampliar el alcance de la atención, pero los niveles altos pueden reducirlo. En este estudio, reclutamos a 42 estudiantes universitarios y les indujimos diferentes niveles de tristeza haciéndoles ver imágenes tristes continuamente, y luego les asignamos la tarea de las letras de Navon. Los resultados mostraron que, entre los participantes con sesgo de procesamiento local, los que tenían niveles más bajos de tristeza eran más lentos para identificar las letras pequeñas que los que tenían niveles altos de tristeza y la condición de control (ver imágenes neutras). Los resultados del potencial relacionado con el evento (ERP) mostraron que los participantes con niveles bajos de tristeza dedicaron más recursos de atención al procesamiento de letras grandes (estímulos globales). Mostraron una mayor amplitud del componente P1 en comparación con los participantes con altos niveles de tristeza y los participantes en la condición de control. Estos resultados sugieren que los distintos niveles de tristeza tienen efectos diferentes en el alcance de la atención: los niveles bajos de tristeza amplían el alcance, pero a medida que la tristeza aumenta, esta ampliación desaparece. Este patrón de influencia se produjo principalmente en las primeras etapas del procesamiento visual.