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Gestión de la ira: 10 consejos para dominar tu temperamentoMantener tu temperamento bajo control puede ser un desafío. Utiliza sencillos consejos para controlar la ira -desde tomarte un tiempo hasta usar frases con “yo”- para mantener el control.Por el personal de Mayo Clinic
¿Se enfada cuando alguien le corta el paso en el tráfico? ¿Se le dispara la presión arterial cuando su hijo se niega a cooperar? La ira es una emoción normal e incluso saludable, pero es importante manejarla de manera positiva. La ira incontrolada puede pasar factura tanto a su salud como a sus relaciones.
En el calor del momento, es fácil decir algo de lo que luego te arrepentirás. Tómate unos momentos para ordenar tus pensamientos antes de decir nada, y permite que los demás implicados en la situación hagan lo mismo.
En cuanto pienses con claridad, expresa tu frustración de forma asertiva pero sin confrontación. Expresa tus preocupaciones y necesidades de forma clara y directa, sin herir a los demás ni tratar de controlarlos.
La actividad física puede ayudar a reducir el estrés que puede hacer que te enfades. Si sientes que tu ira aumenta, sal a dar un paseo rápido o a correr, o pasa algún tiempo haciendo otras actividades físicas agradables.
No puedo controlar mi ira
Controlar la forma en que expresamos nuestra ira es una habilidad fundamental para vivir en paz con los demás. Es esencial para gestionar los conflictos. Si los demás no pueden confiar en que les hablarás con calma y racionalmente, suelen responder con retraimiento y evasión. Dejar que nuestro enfado se desborde en palabras y voces airadas no es productivo ni saludable.
“Los psicólogos consideran que “dejar que la ira se desborde” es un mito peligroso. Algunas personas utilizan esta teoría como una licencia para herir a los demás. Las investigaciones han demostrado que “dejarse llevar” por la ira en realidad aumenta el enfado y la agresividad y no ayuda en nada a resolver la situación (ni a la persona con la que se está enfadado)” ix.
Cuando experimentamos la ira como una irritación leve, es relativamente fácil gestionar nuestra respuesta. Cuando aumenta su intensidad, dependiendo de nuestra experiencia y habilidad, la ira puede ser cada vez más difícil de gestionar.
Si sientes que tu enfado está en un nivel en el que es difícil controlar tus palabras y tu tono, opta por tratar el tema en otro momento. Puedes decir: “No quiero discutir el tema ahora mismo” y acordar que la discusión tenga lugar en otro momento.
Consejos para controlar la ira
En una encuesta realizada por la Fundación para la Salud Mental, el 32% de las personas afirmaron tener un amigo o familiar cercano que tenía problemas para controlar su ira y el 28% de las personas afirmaron estar preocupadas por el enfado que sienten a veces.
A pesar de que los problemas de ira pueden tener un efecto tan perjudicial en nuestra vida familiar, laboral y social, la mayoría de las personas que los padecen no piden ayuda. En la misma encuesta de la Fundación para la Salud Mental, el 58% de las personas dijo no saber dónde buscar ayuda.
Si la ira incontrolada desemboca en violencia doméstica, o en un comportamiento amenazante dentro de su hogar, hable con su médico de cabecera o póngase en contacto con una organización dedicada a la violencia doméstica, como Refuge, Scottish Women’s Aid, Abused Men in Scotland, The LGBT Domestic Abuse Project o Survivor Scotland.
Cólera extrema
El control de la ira es un programa psicoterapéutico para la prevención y el control de la ira. Se ha descrito como el despliegue de la ira con éxito[1] La ira suele ser el resultado de la frustración, o de sentirse bloqueado o frustrado en algo que el sujeto considera importante. La ira también puede ser una respuesta defensiva al miedo subyacente o a los sentimientos de vulnerabilidad o impotencia[2]. Los programas de control de la ira consideran que ésta es una motivación causada por una razón identificable que puede analizarse y abordarse de forma lógica[1].
El objetivo ideal del manejo de la ira[3] es controlar y regular la ira para que no dé lugar a problemas. La ira es una emoción activa que llama a la persona que la siente a responder[4]: 4 Las personas entran en problemas de ira porque tanto el instigador como el instigado carecen de habilidades interpersonales y sociales para mantener el autocontrol[4]: 5 Las investigaciones sobre el afecto y la autorregulación muestran que
se produce porque los estados emocionales negativos suelen perjudicar el control de los impulsos.[5]: 5 Pueden entrenarse para responder a su ira como algo no deseado y desagradable en lugar de reaccionar ante su necesidad.[4]: 5 Hacer la vista gorda o perdonar es una herramienta para desactivar la ira.[4]: 5 Dormir lo suficiente, hacer ejercicio y llevar una buena dieta son herramientas que pueden ayudar a prevenir la ira.[4]: 6 Entre los profesionales que tratan con quienes tienen problemas para controlar la ira se encuentran los terapeutas ocupacionales, los consejeros de salud mental, los consejeros de drogas y alcohol, los trabajadores sociales, los psicólogos y los psiquiatras.