El nivel del panico

Ataques de pánico cotidianos

Muchos individuos experimentan ataques de pánico definidos por el DSM-III-R pero no buscan tratamiento – “pánico no clínico”. Sin embargo, existe un rango sustancial en la frecuencia de los ataques de pánico reportados por estos individuos. En el presente estudio se compararon 35 personas con pánico frecuente (pánico en un período de 3 semanas), 50 personas con pánico infrecuente (pánico sólo en el último año) y 267 personas sin pánico (sin historia de pánico a lo largo de la vida) en varias medidas de psicopatología y características de los ataques de pánico. Sólo los pánicos frecuentes tenían niveles significativamente elevados de psicopatología autodeclarada y de evitación fóbica en comparación con los no pánicos, y los tres grupos de sujetos diferían significativamente en las puntuaciones de sensibilidad a la ansiedad. Los que sufren ataques de pánico frecuentes e infrecuentes informaron de características similares de los ataques de pánico. En general, los resultados sugieren firmemente que sólo los pánicos frecuentes ejemplifican el estado de ansiedad denominado “pánico no clínico”.

Ataque de pánico vs. ataque de ansiedad

Los autores intentaron clasificar los trastornos de pánico en cuatro tipos según el curso clínico y los síntomas neuróticos o depresivos que los acompañan. Las características de cada tipo son las siguientes; tipo I: un único ataque de pánico es el único síntoma, tipo II: sólo se producen ataques de pánico con frecuencia sin ningún síntoma neurótico o depresivo acompañante, tipo III: una recurrencia de los ataques de pánico y el desarrollo gradual de síntomas neuróticos, como la ansiedad anticipatoria, la ansiedad generalizada, la agorafobia o la hipocondría, tipo IV: los síntomas depresivos se desarrollan en el curso de los ataques de pánico recurrentes. El tipo IV se divide a su vez en tres subtipos. Tipo IV-1: los síntomas depresivos se desarrollan de forma secundaria a los ataques de pánico y la depresión mayor coexiste posteriormente con el trastorno de pánico. Tipo IV-2: el trastorno de pánico se transforma continuamente en depresión mayor. Tipo IV-3: los ataques de pánico y los síntomas depresivos se observan de forma independiente. Los tipos más comunes son el tipo III y el tipo IV-1, y parecen ser un grupo central del trastorno de pánico. Se presentan casos típicos de cada tipo y se discute la psicopatología subyacente.

Lee más  ¿Cuáles son los 13 dominios de NANDA?

Ataque de ansiedad

Proyecto XCOM; entonces el juego se acaba. Como Comandante, tu tarea es evitar que esto ocurra. Cada país tiene un valor de pánico de 1 a 5, y un país tiene una alta probabilidad de abandonar el proyecto si su nivel de pánico es 5 al final de un mes. Para conocer los detalles de cómo los países dejan de apoyar a XCOM, ver Defecciones.

En las dificultades Fácil y Normal todos los países comenzarán con un nivel de pánico 1. En la dificultad Clásica, el 50% de los países del Consejo ya estarán en un nivel 2 de pánico. En la dificultad Imposible, los 16 países tendrán un nivel 2 de pánico.

Qué causa un ataque de pánico

El miedo es un sentimiento que asegura nuestra supervivencia. Sin el miedo, correríamos riesgos que son un peligro para nuestra salud y nuestra vida. Pero el miedo también puede convertirse en algo patológico. Las personas con un trastorno de pánico sufren repetidamente ataques de pánico repentinos e intensos que tienen un gran impacto negativo en sus vidas. Desde hace muchos años, nuestros médicos, terapeutas y coterapeutas especializados trabajan con éxito en el tratamiento de los trastornos de ansiedad. Le ayudan cuidadosamente a superar sus miedos y a combatir los ataques de pánico. Así podrá volver a participar activamente en la vida.

El primer ataque de pánico puede surgir “de la nada”. Pero al hacer preguntas específicas, se determina que la persona solía sufrir un alto nivel de estrés antes del ataque de pánico. Esto puede provenir de acontecimientos vitales negativos o positivos, como una muerte en la familia, la separación de la pareja, una boda, el nacimiento de un hijo o una mudanza. Sin embargo, lo más frecuente es que sean las “pequeñas cosas cotidianas” las que provocan un mayor nivel de estrés. Cuando se ignoran las señales de alerta, como el aumento de la inquietud, los trastornos del sueño o las palpitaciones, puede sobrevenir un ataque de pánico. Hoy en día, se supone que algunas personas tienen una mayor propensión al miedo y que el riesgo de desarrollar un trastorno de ansiedad aumenta aún más debido a las experiencias estresantes de la infancia, los métodos de crianza, las experiencias de aprendizaje o los acontecimientos vitales estresantes. Los estudios científicos demuestran que, además de los cambios en los sistemas de sustancias mensajeras en el cerebro, los cambios genéticos también desempeñan un papel en el desarrollo de los trastornos de ansiedad. Los trastornos de ansiedad suelen comenzar entre los 20 y los 30 años.