Hay que aprender a decir no

Decir que no

A muchas personas les cuesta decir que no a sus amigos o en el trabajo cuando les encargan tareas adicionales porque nos gusta complacer y que nos vean como capaces. Pero si tienes demasiadas exigencias y no tienes más capacidad disponible debes decir que no.

Intenta no sentirte culpable porque eso significa que otra persona puede dedicar el tiempo y la atención adecuados a la tarea. La asertividad puede utilizarse de diversas maneras para decir “no” con confianza y de forma razonable.

A medida que creces, tus experiencias te enseñan que no siempre puedes rechazar peticiones. Es posible que acabes teniendo creencias poco útiles sobre el hecho de decir “no” que aumentan la dificultad para decirlo. Por ejemplo, puedes pensar que decir “no”:

El conocido empresario y experto en presentaciones Kenny Nguyen habla con pasión del poder inherente a decir “no”. Director general de Big Fish Presentations, Kenny habla de cómo el “no” le ha afectado personal y profesionalmente, pero sobre todo de cómo puede prepararle a uno para el momento perfecto de decir sí.

Cuando te pidan que hagas algo que no quieres o que no puedes hacer, di “no”, por ejemplo: “No puedo hacer eso”. El objetivo es decir “no” sin sentir que tienes que disculparte. La responsabilidad es de la otra persona, así que no sientas que tienes que asumirla tú.

Cómo decir que no sin ser grosero

A muchas personas les cuesta decir “No”. Si alguien le pide un favor o un compromiso, puede sentirse obligado a decir “Sí”. Recuerda que el hecho de que puedas hacer algo no significa que sea necesario. Trabaja en considerar las mejores formas de decir “No”. Piensa en cosas como tus límites personales y la situación en cuestión. Cuando digas “No”, hazlo de una manera educada que deje claros tus límites. Trabaja para evitar el sentimiento de culpa después de decir “No”. Entiende que siempre tienes derecho a rechazar una invitación o un favor. Está bien hacer de ti mismo y de tu salud mental una prioridad.

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Resumen del artículoPara aprender a decir “no”, crea límites personales para ti, basados en lo que es importante para ti, y luego comprométete a cumplirlos. Por ejemplo, si valoras la soledad, establece un límite de que sólo saldrás una vez a la semana y cúmplelo aunque otros te presionen para salir. Además, intenta recordar que no es tu responsabilidad complacer a todo el mundo y que no pasa nada si alguien se molesta o se siente decepcionado. Si te sigue poniendo nerviosa rechazar a la gente, practica a decir “no” con firmeza y seguridad en el espejo antes de hablar con ellos. Si quieres conocer los consejos de nuestro crítico sobre cómo evitar el sentimiento de culpa por decir “no”, sigue leyendo.

Aprende a decir no lyrics

A muchas personas les cuesta decir que no a sus amigos o en el trabajo cuando les encargan tareas adicionales porque nos gusta complacer y que nos vean como capaces. Pero si tienes demasiadas exigencias y no tienes más capacidad disponible debes decir que no.

Intenta no sentirte culpable porque eso significa que otra persona puede dedicar el tiempo y la atención adecuados a la tarea. La asertividad puede utilizarse de diversas maneras para decir “no” con confianza y de forma razonable.

A medida que creces, tus experiencias te enseñan que no siempre puedes rechazar peticiones. Es posible que acabes teniendo creencias poco útiles sobre el hecho de decir “no” que aumentan la dificultad para decirlo. Por ejemplo, puedes pensar que decir “no”:

El conocido empresario y experto en presentaciones Kenny Nguyen habla con pasión del poder inherente a decir “no”. Director general de Big Fish Presentations, Kenny habla de cómo el “no” le ha afectado personal y profesionalmente, pero sobre todo de cómo puede prepararle a uno para el momento perfecto de decir sí.

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Cuando te pidan que hagas algo que no quieres o que no puedes hacer, di “no”, por ejemplo: “No puedo hacer eso”. El objetivo es decir “no” sin sentir que tienes que disculparte. La responsabilidad es de la otra persona, así que no sientas que tienes que asumirla tú.

Aprender a decir no en el trabajo

Mamá no tiene tiempo para eso Resumen: Decir no empieza por identificar tu mejor sí y respetarlo. Cuanto más practiques decir que no, más fácil te resultará: prueba a empezar con un positivo o a intercalar tu no entre dos positivos. Será tentador seguir hablando después de haber dicho que no (vómito de palabras), ¡muédete la lengua! Cuando digas que no, celebra tu fuerza. ¡PUEDES HACERLO!

No tienes ningún plan establecido. Tu plan era no hacer nada en casa con tu familia. Te hacía mucha ilusión tu plan de no hacer nada, pero ahora no te parece lo suficientemente legítimo como para decir que no a esta cita de juego.

“El sábado podría funcionar”, respondes. Y, de repente, el tiempo en familia que habías planeado se esfuma. No es que no quieras tener la cita de juego o que no te guste esa mujer o su hijo. Aunque ella sea estupenda y tus hijos se lleven muy bien, eso no cambia el hecho de que tu plan de no tener planes ahora está lleno de planes.

Tal vez no era una cita para jugar. Tal vez eran unas copas después del trabajo con tus compañeros o una cena improvisada con la familia o los amigos. Me he encontrado en innumerables situaciones como ésta, ¿no lo hemos hecho todos? Y me costaba mucho decir que no a cosas que no quería hacer o que no podía priorizar. Decía que sí de todos modos y me aterraba o me agobiaba por completo. Si esto te suena a la expresión “complacer a la gente” [levanta la mano].