Por qué me irrita mi novio
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Cuando llegas al punto en el que ya no puedes disfrutar de la compañía de tu pareja, resolver los problemas existentes en la relación se vuelve mucho más difícil, ya que puedes encontrarte con que no puedes hablar de nada sin que se convierta en una discusión.
En primer lugar, no está de más recordar que es normal que alguien con el que llevamos un tiempo nos resulte un poco molesto de vez en cuando. La familiaridad puede hacer que incluso los comportamientos más entrañables parezcan un poco tediosos y no deberías ser demasiado duro contigo mismo si tu irritación no está dificultando el funcionamiento de vuestra relación.
A veces, lo único que hace falta es un poco de perspectiva. Piensa en todas las cosas que te gustan de tu pareja e intenta reconocer lo afortunada que eres por tener a alguien que te hace sentir segura y apreciada, aunque a veces te ponga de los nervios. Y recuerda: ¡probablemente tú también tienes algunos hábitos que a ellos les resultan irritantes!
A veces, las parejas pueden tener ideas muy diferentes sobre lo que es un nivel aceptable de contacto, tanto físico como emocional. Puede que ellos se sientan cómodos pasando todo el tiempo contigo, mientras que tú puedes querer un poco más de tiempo para ti. Puede que siempre quieran hacer planes juntos, mientras que a ti te gusta hacer cosas por tu cuenta a veces.
Enfadado con su pareja
Este consejo se repite constantemente, así que ¿por qué nos cuesta tanto comunicar nuestros problemas? ¿Por qué nos reprimimos en lugar de discutir? ¿Por qué odiamos tanto la confrontación que preferimos quedarnos molestos por dentro y fingir que todo está bien?
A nadie le gusta sentirse incómodo. A nadie le gustan las situaciones incómodas. A nadie le gusta ponerse en situación de ser rechazado o socavado. En cambio, tratamos de ignorar las banderas rojas culpándonos a nosotros mismos, poniendo excusas a nuestra pareja y mintiéndonos a nosotros mismos y a nuestra pareja. Nos gusta la coherencia y odiamos sacudir el barco, pero oye, la comunicación es la clave, y la falta de comunicación es el candado que se pone en el corazón. Es fundamental que hables con tu pareja de todo lo que no te parezca bien, especialmente de las banderas rojas de tu relación.
Ejemplos: “Ahora llegamos tarde porque tardas mucho en arreglarte”. “Los platos se acumulan porque deberías haberlos lavado ayer”. “Es tu culpa que no te haya enviado un mensaje de texto hoy, porque se suponía que ibas a llamar anoche pero nunca lo hiciste”.
Mi marido siempre está molesto conmigo
No sólo las personas con relaciones tóxicas se molestan o irritan con sus parejas. Incluso los que tienen relaciones sanas pueden sentirse molestos con su(s) pareja(s) de vez en cuando, y eso es totalmente normal. Al fin y al cabo, sois dos (o más, si sois poliamorosos) seres humanos que intentan enredar sus vidas a pesar de ser entidades separadas. Es de esperar que haya un poco de molestia. Pero, ¿cómo decirle a tu pareja que te está molestando? Lo ideal es hacerlo de forma que no se ponga a la defensiva, ni se enfade, ni se enfade. Así que, aquí está cómo las mujeres IRL comunicar a su pareja que algo que hacen está haciendo su cabeza en. Toma. Notas. 1. “El buen método del sándwich: un comentario agradable, la crítica CONSTRUCTIVA, y luego un gracias/amor”. He aquí un ejemplo reciente entre mi marido y yo: ‘Aprecio todo lo que haces en esta casa después de un duro día de trabajo, pero ¿puedo hacer una sugerencia? ¿Puedes poner tu plato en el fregadero en lugar de al lado? Gracias, cariño, te quiero mucho”. Lo menciono en cuanto ocurre. Si no puedo hacerlo, estoy con la persona equivocada”. [vía]
Mi marido siempre está irritado conmigo
1. El comportamiento molesto es una señal de que se sienten cómodos el uno con el otro. Cuando empiezas a salir con alguien, es habitual que te comportes de la mejor manera posible, sobre todo si te gusta mucho la otra persona. Te abstendrás de ciertos comportamientos que te gustan, como levantarte a mediodía los fines de semana o comer una bolsa de Doritos para cenar. Pero en algún momento, tu verdadero yo saldrá a la luz… y empezará a exasperar a tu pareja. En cierto modo, molestar al otro es una señal de que estás en una relación “real”. Expresar la auténtica identidad de uno mismo, con sus propias imperfecciones, es un signo de un nivel saludable de comodidad en la relación. Cuando se empieza a discutir, significa que ya no se siente la necesidad de decir siempre lo “correcto”, lo cual es bueno para la longevidad de la relación.