¿Estoy solo porque soy una mala persona?
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Los sufijos ingleses -phobia, -phobic, -phobe (del griego φόβος phobos, “miedo”) se utilizan en psiquiatría para construir palabras que describen el miedo irracional, anormal, injustificado, persistente o incapacitante como trastorno mental (p. ej. agorafobia), en química para describir aversiones químicas (por ejemplo, hidrofobia), en biología para describir organismos a los que no les gustan ciertas condiciones (por ejemplo, acidofobia) y en medicina para describir la hipersensibilidad a un estímulo, normalmente sensorial (por ejemplo, fotofobia). En el uso común, también forman palabras que describen la aversión o el odio a una cosa o tema en particular (por ejemplo, homofobia). El sufijo es antónimo de -phil-.
Para más información sobre la vertiente psiquiátrica, incluida la forma en que la psiquiatría agrupa fobias como la agorafobia, la fobia social o la fobia simple, véase fobia. Las siguientes listas incluyen palabras terminadas en -fobia, e incluyen miedos que han adquirido nombres. En algunos casos, la denominación de las fobias se ha convertido en un juego de palabras, siendo un ejemplo notable un artículo humorístico publicado en 1998 por la BBC News.[1] En algunos casos, una palabra terminada en -fobia puede tener un antónimo con el sufijo -phil-, por ejemplo, germanófobo/germanófilo.
Sentirse como una mala persona la ansiedad
Nadie puede reducir los errores a cero, pero puedes aprender a aprovechar tu impulso para evitarlos y canalizarlo para tomar mejores decisiones. He aquí cómo convertirse en un preocupador más eficaz: no tenga miedo ni se avergüence de su miedo, utilice la agilidad emocional para etiquetar sus sentimientos y actuar de acuerdo con sus valores, céntrese en perfeccionar sus procesos, no los resultados, amplíe su pensamiento, reconozca el valor del tiempo libre y evite el ruido que nubla el juicio.
Nuestra cultura glorifica la intrepidez. La imagen tradicional de un líder es la de alguien inteligente, duro y sin miedo. Pero el miedo, como cualquier emoción, tiene un propósito evolutivo y una ventaja. Su preocupación por cometer errores está ahí para recordar que estamos en una situación desafiante. Un líder precavido tiene valor. Esto es especialmente cierto en tiempos como estos. Así que no te dejes llevar por la rumia: “No debería tener tanto miedo”.
No te avergüences ni te asustes de tu miedo a cometer errores y no lo interpretes como una prueba de que eres un líder indeciso, o poco audaz, poco visionario. Si tienes una tendencia natural a centrarte en la prevención, canalízala para ser audaz y visionario. (Si le cuesta creerlo, identifique a los líderes que han hecho justamente eso al averiguar cómo prevenir las catástrofes).
Ocd maligno
Una fobia es un miedo incontrolable, irracional y duradero a un determinado objeto, situación o actividad. Este miedo puede ser tan abrumador que una persona puede hacer todo lo posible para evitar la fuente de este miedo. Una respuesta puede ser un ataque de pánico. Se trata de un miedo repentino e intenso que dura varios minutos. Ocurre cuando no hay ningún peligro real.
Alrededor de 19 millones de estadounidenses tienen una o más fobias que van de leves a graves. Las fobias pueden aparecer en la primera infancia. Pero suelen aparecer por primera vez entre los 15 y los 20 años. Afectan por igual a hombres y mujeres. Pero los hombres son más propensos a buscar tratamiento para las fobias.
Las investigaciones sugieren que tanto los factores genéticos como los ambientales contribuyen al inicio de las fobias. Algunas fobias se han relacionado con un primer encuentro muy malo con el objeto o la situación temida. Los expertos en salud mental no saben si este primer encuentro es necesario o si las fobias pueden simplemente producirse en personas propensas a tenerlas.
Las personas con fobia específica saben que su miedo es extremo. Pero no pueden superarlo. El problema se diagnostica sólo cuando el miedo específico interfiere en las actividades diarias de la escuela, el trabajo o la vida doméstica.
Soy buena o mala persona
El miedo al rechazo es un miedo poderoso que a menudo tiene un gran impacto en nuestras vidas. La mayoría de la gente experimenta algunos nervios cuando se pone en situaciones que podrían conducir al rechazo, pero para algunas personas, el miedo llega a ser abrumador.
El miedo al rechazo puede dar lugar a síntomas físicos que a veces pueden interpretarse como una falta de confianza. La confianza y el aire de autoridad son fundamentales en muchos puestos, y quienes experimentan este miedo suelen mostrarse débiles e inseguros. Si tiene miedo al rechazo, también puede tener problemas para negociar contratos laborales, dejando sobre la mesa un valioso salario y beneficios.
En muchos puestos, la necesidad de impresionar no termina una vez que se tiene el trabajo. Entretener a los clientes, negociar acuerdos, vender productos y atraer a los inversores son componentes clave de muchos trabajos. Incluso algo tan sencillo como contestar al teléfono puede ser aterrador para las personas con miedo al rechazo.
Los seres humanos somos criaturas sociales y se espera que sigamos las normas sociales básicas en público. Si tienes miedo al rechazo, puedes sentirte incapaz de charlar con extraños o incluso con amigos de amigos. La tendencia a ser reservado podría impedirle establecer conexiones duraderas con otras personas.