He mentido a mi novia, ¿cómo lo arreglo?
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Escuchar a tu hijo mentir puede ser un shock. Descubre por qué tu hijo puede mentir y qué puedes hacer para fomentar la sinceridad. También ofrecemos información sobre qué hacer si tu hijo miente sobre una situación grave.
Mentir forma parte del comportamiento y el desarrollo normales de la infancia. Tu hijo empieza a darse cuenta de que no lo sabes todo y eso le da cierto margen de maniobra para decir la verdad. Los niños pequeños pueden empezar a mentir a partir de los 2 años y medio y lo hacen mejor a medida que crecen. No te estreses si tu hijo miente, es algo normal para él.
Si sorprendes a tu hijo en una mentira evidente, habla con él de por qué ha mentido y de lo que preferirías que hiciera la próxima vez. Intenta sugerirle que mentir no suele ser efectivo y que hay otras formas de manejar las situaciones en las que no se sale con la suya, como ser honesto y negociar. Puedes señalar que quizá no necesiten el resultado que pretendían obtener. Llamarles mentirosos y castigarles puede hacer que se sientan mal consigo mismos. Recuerda que todavía están aprendiendo a tratar con otras personas, así que tendrás que ser paciente mientras desarrollan sus habilidades.
Qué es una mentira
El problema de la prohibición de “no mentir” es que todos mentimos. Si alguna vez le has dicho a un niño que Papá Noel estaba de camino en su trineo o que te encantaban los calcetines raros que te había enviado tu tía como regalo, has mentido. Pero puedes librarte de la culpa.
Eran más bien mentiras blancas. Con una mentira real, la intención es maliciosa y la consecuencia es grave. Mientras que con una mentira blanca, que suele ser más bien una inofensiva tergiversación de la verdad, la intención es benigna y positiva, y normalmente la consecuencia no es grave.
Si mentimos para beneficiar a otras personas, se consideran mentiras blancas. He aquí una buena ilustración: Un estudiante lo pasó mal en su primera semana en la universidad y dijo a sus padres que le iba bien para que no se preocuparan.
Los científicos llaman a estas falsedades bien intencionadas mentiras prosociales. Se diferencian de las mentiras antisociales, que se dicen para obtener un beneficio personal. Según las investigaciones, las mentiras prosociales pueden generar confianza y un sentimiento de benevolencia entre las personas.
Con las mentiras reales, la intención suele ser egoísta. Estos son los tipos de mentiras más perjudiciales. Para encontrar pruebas de ellas, busca las falsedades que promueven los intereses propios de una persona, obviamente a expensas de los demás.
Cómo dejar de mentir
Es habitual que los niños (y los adultos) mientan de vez en cuando y la falta de honradez ocasional no debería ser motivo de alarma. Sin embargo, cuando la mentira se convierte en algo habitual, puede convertirse en un problema importante. Un problema importante es que si su hijo es conocido por mentir, es posible que usted no le crea cuando diga la verdad. Enseñar a tu hijo el valor de decir la verdad establece la importancia de la responsabilidad personal, la confianza y el cuidado.
A partir de la edad preescolar, los niños empiezan a utilizar la mentira para una serie de fines prosociales y encubiertos, con una sofisticación cada vez mayor a medida que crecen. La mentira puede convertirse en un mal hábito cuando los niños ven que es una forma eficaz de librarse de los problemas o de eludir responsabilidades. Por eso, cuando su hijo diga una mentira, aborde el asunto de forma directa y disuada de que se repita.
Como parte de las normas y valores de su familia, cree una regla doméstica clara que destaque la importancia de la honestidad y la comunicación veraz. Así se asegurará de que sus hijos entiendan que usted valora la verdad, incluso cuando es difícil de decir.
¿Por qué mentimos?
Probablemente te han enseñado a no mentir nunca: tus padres te han predicado el poder de la verdad. Tu pareja te dijo que la honestidad es lo más importante. Pero los investigadores afirman que hay muchas cosas que no entendemos sobre el engaño, la verdad y la confianza, y que, si se domina, mentir de forma correcta puede ayudar a crear vínculos, confianza y negocios. “Creo que deberíamos enseñar a nuestros hijos, estudiantes y empleados cuándo y cómo mentir”, dice Maurice Schweitzer, profesor de la Wharton School de la Universidad de Pensilvania, que estudia el engaño y la confianza.