Etapas del duelo en psicología
Cuando perdemos a un ser querido, el dolor que experimentamos puede resultar insoportable. Comprensiblemente, el duelo es complicado y a veces nos preguntamos si el dolor terminará alguna vez. Pasamos por una serie de experiencias emocionales como la ira, la confusión y la tristeza.
La primera etapa de esta teoría, la negación, nos ayuda a minimizar el dolor abrumador de la pérdida. Mientras procesamos la realidad de nuestra pérdida, también intentamos sobrevivir al dolor emocional. Puede ser difícil creer que hemos perdido a una persona importante en nuestras vidas, especialmente cuando podemos haber hablado con esta persona la semana anterior o incluso el día anterior.
Nuestra realidad ha cambiado completamente en este momento de pérdida. Nuestra mente puede tardar en adaptarse a esta nueva realidad. Estamos reflexionando sobre las experiencias que hemos compartido con la persona que hemos perdido, y puede que nos preguntemos cómo seguir adelante en la vida sin esta persona.
Hay mucha información que explorar y muchas imágenes dolorosas que procesar. La negación intenta ralentizar este proceso y llevarnos paso a paso, en lugar de arriesgarnos a sentirnos abrumados por nuestras emociones.
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El duelo se refiere al estado de haber experimentado la pérdida de un ser querido. Suele referirse al momento posterior a la pérdida, cuando las emociones son más profundas. Este momento está marcado por un intenso dolor y una enorme pena.
Aunque el duelo suele asociarse a la muerte, también puede producirse tras otras pérdidas significativas y profundas. El final de una relación importante o un cambio importante en la salud de una persona, por ejemplo, también pueden provocar sentimientos de duelo.
El duelo es una respuesta normal a la pérdida y no es en sí mismo una condición diagnosticable reconocida por el “Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales” (DSM-5). Sin embargo, a veces puede influir en la aparición de otros trastornos, como la depresión o la ansiedad.
La edición más reciente del DSM-5 eliminó lo que se conocía como la “exclusión del duelo” del diagnóstico de la depresión mayor. Este cambio dejó claro que, aunque el duelo y la depresión son distintos, la depresión puede producirse en el contexto del duelo.
Tratamiento del duelo
Teniendo en cuenta la multitud de formas en que la pandemia ha cambiado nuestras vidas, muchas personas han experimentado el duelo como reacción a todo tipo de pérdidas este año. El duelo puede experimentarse como reacción a cualquier pérdida significativa, ya sea la pérdida de trabajo o de ingresos, la pérdida del cuidado de los hijos, la pérdida de la rutina y de la sensación de seguridad, la pérdida de la comunidad y de la unión, o la pérdida de un ser querido.
En lugar de consistir en una emoción o estado, el duelo se entiende mejor como un proceso. Hace unos 50 años, los expertos observaron un patrón en la experiencia del duelo y lo resumieron como las “cinco etapas del duelo”, que son: negación y aislamiento, ira, negociación, depresión y aceptación.
Los expertos que publicaron estas etapas han aclarado desde entonces que alguien que está de duelo puede experimentar las cinco etapas en cualquier orden, y puede experimentar sólo algunas de las etapas en lugar de todas ellas. Además, no hay una cantidad de tiempo determinada durante la cual una persona en duelo permanezca en una etapa, y alguien puede experimentar más de una de las etapas en cualquier momento. En otras palabras, el duelo es una experiencia muy personal y llena de matices, y cada persona sufre a su manera.
Síntomas del duelo
El duelo es el estado de pérdida cuando ha muerto un ser querido, como un padre, un hijo, un cónyuge o un amigo cercano. El duelo se refiere a la reacción psicológica ante la pérdida. El duelo puede producirse por diversas pérdidas:
Aunque muchos aspectos de esta discusión sobre el duelo pueden aplicarse a los adultos jóvenes y a los niños, gran parte de nuestra comprensión del duelo proviene del estudio psicológico del duelo en la mediana edad y en la tercera edad, especialmente la muerte de un cónyuge.
El duelo es normal. El duelo, especialmente por la muerte de un hijo, se ha observado en muchos animales sociales inteligentes, como los delfines y los elefantes. La creación de vínculos y apegos sociales es necesaria para la supervivencia y el bienestar de muchas especies. Cuando ese vínculo se rompe, el dolor es una reacción normal.
Cuando se produce la muerte de una persona que ha sido una compañía constante y con la que hemos tenido un estrecho vínculo emocional, hay que asimilar muchos cambios en nuestra vida. A lo largo de muchos años de relación estrecha, el concepto que tenemos de nosotros mismos puede quedar definido por la relación y esta identidad debe ahora remodelarse. C S Lewis, el autor de los conocidos libros de Narnia, escribió sobre su propia experiencia “El dolor proviene de la frustración de muchos impulsos que se habían convertido en habituales”. Lewis observó en sí mismo que muchos pensamientos, sentimientos y acciones cotidianas se centraban en la persona amada como su objeto, “pero ahora hay un poste fronterizo infranqueable que lo atraviesa”.