Ejemplos de gestión emocional
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Las emociones son fuerzas poderosas que influyen en nuestro comportamiento cotidiano. Sin embargo, hasta hace poco, las emociones no han recibido la atención que merecen. El primer paso para regular y gestionar las emociones es aprender a identificarlas y etiquetarlas cuando se producen. Esta habilidad suele requerir no sólo la capacidad de observar las propias respuestas emocionales en las situaciones, sino también de describir con cierta precisión el contexto en el que se producen las emociones. Por lo tanto, aprender a identificar una respuesta emocional se ve enormemente favorecido si uno puede reconocer, describir y comprender los principales atributos que constituyen cada emoción y luego utilizar estos atributos para crear un resultado más eficaz. Sin embargo, para la mayoría de nosotros esto no es una tarea fácil. Pero al convertirnos en uno con nuestras experiencias emocionales, podemos aprender la relación entre nuestros pensamientos, sentimientos y reacciones para poder gestionarlos mejor.
El estrés no puede evitarse. La forma en que lo afrontamos puede influir en gran medida en cómo nos afecta. El estrés emocional es predecible y siempre tiene el mismo efecto sobre nosotros mismos, los demás y el entorno. Por ejemplo, cuando el estrés emocional persiste demasiado tiempo, provoca una reacción. Al principio, nuestro cuerpo se resistirá al desequilibrio emocional. Podemos seguir resistiendo con éxito a menos que el estrés se prolongue demasiado, sea demasiado fuerte o se produzca con demasiada frecuencia. En algún momento, nuestra capacidad de resistencia llegará a un estado de agotamiento y los resultados son casi siempre saboteadores, perturbadores o destructivos. No es el estrés emocional en sí lo que causa el daño, sino tu capacidad o incapacidad para afrontarlo con éxito. Los tres factores principales que determinan el grado de estrés emocional que experimentaremos con cualquier situación son la falta de previsibilidad, la falta de control y la falta de salidas para la frustración. En Alliance, somos conscientes de que el mejor y más óptimo plan para gestionar el estrés emocional es la prevención, mediante la comprensión del estrés emocional y la posterior creación de habilidades de afrontamiento aceptables.
Cómo deshacerse de las emociones
Las emociones negativas, como el miedo, la tristeza y la ira, son una parte básica de la vida y, a veces, nos cuesta saber cómo manejarlas de forma eficaz. Puede ser tentador actuar de inmediato sobre lo que se siente, pero eso a menudo no arregla la situación que causó las emociones. De hecho, puede dar lugar a más problemas con los que lidiar en el futuro.
La negación es cuando una persona se niega a aceptar que algo va mal o que puede necesitar ayuda. Cuando la gente niega que tiene sentimientos problemáticos, esos sentimientos pueden acumularse hasta el punto de que la persona acabe “explotando” o actuando de forma perjudicial.
El retraimiento es cuando una persona no quiere estar cerca de otras personas ni participar en actividades con ellas. Esto es diferente a querer estar solo de vez en cuando, y puede ser una señal de advertencia de depresión. Algunas personas pueden retraerse porque estar con otros requiere demasiada energía, o se sienten abrumados. Otras pueden retraerse porque creen que no les gustan a los demás o que no quieren estar cerca de ellos. En algunos casos, las personas que tienen comportamientos de los que se avergüenzan pueden retraerse para que los demás no se enteren de lo que hacen. Pero el retraimiento conlleva sus propios problemas: soledad extrema, incomprensión, ira y pensamientos distorsionados. Necesitamos interactuar con otras personas para mantenernos equilibrados.
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Ofrecemos servicios de gestión de la medicación por parte de profesionales sanitarios certificados. Los servicios incluyen la evaluación, la gestión de la medicación, la planificación del tratamiento integral y la coordinación de la atención con otros profesionales de la salud
Lidiar con una enfermedad grave o crónica puede, sin duda, suponer un reto para una persona tanto física como emocionalmente. Trabajamos en estrecha colaboración con los médicos y otros profesionales de la salud para ayudar a navegar el impacto psicológico y emocional de la enfermedad.
Nuestro estudio mente-cuerpo aporta un enfoque innovador a la atención sanitaria. Un enfoque que permite la exploración de otras modalidades complementarias para mejorar la salud emocional y el bienestar. Como reconocemos que para algunos “salir de nuestra cabeza” puede ser un reto, también entendemos que hacer precisamente eso puede ayudarnos a establecer esa conexión vital con nosotros mismos. Una conexión que a menudo puede resultar en la creación de los cambios reales y profundos que anhelamos.
Cómo controlar las emociones
La capacidad de darse cuenta, aceptar fácilmente y controlar con éxito los sentimientos de uno mismo (y a veces de los demás) se conoce como habilidad de gestión de las emociones. En pocas palabras, las habilidades de gestión de las emociones se refieren a la capacidad de dominar las propias emociones.
Para desarrollar las habilidades de gestión de las emociones, no basta con estar abierto a los propios pensamientos y sentimientos. Debes tener total autoridad para cambiar tus pensamientos y sentimientos que se generan cada vez que tus valores son tocados por las acciones de una persona o un evento. Esto es importante porque el cambio de tus pensamientos y sentimientos es lo que ayuda a cambiar tus emociones, evitando los arrebatos reactivos.
Imagínate en una de esas situaciones en las que llevas semanas trabajando duro para descubrir que el proyecto se ha cancelado, o cuando te dan un montón de nuevos encargos mientras ya estás desbordado de trabajo, o la más común en la que un cliente te grita indebidamente y te insulta públicamente. Situaciones estresantes como éstas, así como otras que pueden incluir cambios de departamento y despidos de personal, etc., son demasiado comunes en el lugar de trabajo.