Dependencia emocional
Contenidos
En cuanto oímos el término “Dependencia emocional”, se nos viene a la cabeza la imagen sombría de que una persona depende de la otra para todo lo que hace, las decisiones que toma o los logros que consigue.
La dependencia emocional es un estado mental en el que una persona es incapaz de asumir la plena responsabilidad de sus propios sentimientos. Tienen emociones como la pena, el dolor, el desamor, la ansiedad y la depresión, pero no pueden abrazar, aceptar o alimentar estos sentimientos.
Tienden a no abordar la causa de estos sentimientos y eso les lleva a necesitar la aprobación de los demás. Dependen emocionalmente de los demás, especialmente de la aprobación y la atención de sus parejas para definir su valor y su personalidad.
La dependencia emocional se produce cuando dependemos de los demás para sentirnos felices, lo que puede tener consecuencias peligrosas que pueden afectar a nuestra tranquilidad y bienestar. La dependencia emocional puede ser todo un reto a superar porque requiere valor para aprovechar las fortalezas que nos ayudarán a ir más allá de nuestras necesidades de complacer a los demás. Sin embargo, es necesario saber cómo ser emocionalmente fuerte, si quieres alcanzar tu verdadero potencial.
Trastornos de la personalidad del clúster c
El trastorno límite de la personalidad (TLP) se asocia con frecuencia a otros trastornos de la personalidad. Un trastorno común que los que padecen el TLP también pueden experimentar es el trastorno de la personalidad dependiente (DPD).
El DPD es un trastorno de la personalidad que se caracteriza por una necesidad omnipresente y excesiva de ser atendido. En la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), el manual utilizado por los profesionales de la salud mental para establecer los criterios de diagnóstico, el DPD está clasificado en el Cluster C, el cluster formado por los trastornos de ansiedad y miedo. Otros trastornos incluidos en el Clúster C son los trastornos de la personalidad evasiva y obsesivo-compulsiva; los tres muestran altos niveles de ansiedad.
Los individuos con personalidades dependientes tienden a ser muy pegajosos y tienen dificultades para realizar tareas o tomar decisiones sin la ayuda de otros. Dependen de los demás para satisfacer sus necesidades emocionales y físicas. Tienden a sentirse inadecuados e indefensos y pueden tener problemas en sus relaciones debido a su necesidad casi constante de apoyo. Las personas con DPD tienen poca confianza en sí mismas. Esto puede hacer que dependan completamente de su pareja, incluso en caso de maltrato doméstico.
Trastorno límite de la personalidad
El trastorno de personalidad dependiente (TDP) se caracteriza por una dependencia psicológica generalizada de otras personas. Este trastorno de la personalidad es una afección de larga duración[1] en la que las personas dependen de otras para satisfacer sus necesidades emocionales y físicas, y sólo una minoría alcanza niveles normales de independencia[cita requerida] El trastorno de la personalidad por dependencia es un trastorno de la personalidad del clúster C,[2] que se caracteriza por un exceso de miedo y ansiedad. Comienza en los primeros años de la edad adulta, y está presente en una variedad de contextos y se asocia con un funcionamiento inadecuado. Los síntomas pueden incluir desde la pasividad extrema, la devastación o la impotencia cuando las relaciones terminan, la evitación de responsabilidades y la sumisión severa.
Las personas que padecen un trastorno de personalidad dependiente dependen en exceso de otras personas a la hora de tomar decisiones. No pueden tomar una decisión por sí mismos, ya que necesitan la aprobación constante de otras personas. En consecuencia, los individuos diagnosticados con DPD tienden a poner las necesidades y opiniones de los demás por encima de las suyas propias, ya que no tienen la confianza necesaria para confiar en sus decisiones. Este tipo de comportamiento puede explicar por qué las personas con DPD tienden a mostrar un comportamiento pasivo y pegajoso. Estos individuos muestran miedo a la separación y no soportan estar solos. Cuando están solos, experimentan sentimientos de aislamiento y soledad debido a su abrumadora dependencia de otras personas. Por lo general, las personas con DPD también son pesimistas: esperan lo peor de las situaciones o creen que sucederá lo peor. Tienden a ser más introvertidos y son más sensibles a las críticas y temen el rechazo[3].
Síntomas del trastorno histriónico de la personalidad
El trastorno de la personalidad dependiente (DPD) forma parte de un grupo de trastornos de la personalidad. Los individuos con trastorno de la personalidad dependiente tienen una necesidad excesiva de ser atendidos; a menudo se manifiesta como un comportamiento de “aferramiento” o un miedo a la separación.
Las personas con trastorno de personalidad dependiente dudan mucho de sus propias capacidades y habilidades y cultivan un aire de impotencia. Su miedo al abandono es fuerte, y alguien con trastorno de la personalidad dependiente puede mentir sobre su capacidad para realizar ciertas tareas con el fin de conseguir que una de sus personas valiosas lo haga por ellos. Esto crea la idea de que no pueden hacer esa tarea sin la otra persona, evitando que ésta les abandone.
El trastorno de personalidad dependiente comparte algunos síntomas con otros trastornos de la personalidad, pero también tiene algunas características únicas que lo definen. Si notas estos comportamientos en ti mismo o en alguien a quien quieres, deberías decírselo a tu médico: hay evaluaciones que tu médico puede realizar para averiguar si tienes un trastorno de personalidad dependiente y conseguir la ayuda que necesitas. Los síntomas del trastorno de la personalidad dependiente incluyen: